11 de diciembre de 2012

Historia de la Filosofía

Por invitación de soplo de conocimiento trato de explicar la necesidad de la Historia de la Filosofía en Bachillerato.

El bachillerato cierra el ciclo de los estudios secundarios capacitando para el adecuado progreso en estudios universitarios o profesionales superiores. Ha de contribuir al desarrollo pleno de las capacidades cognitivas de un alumno. Tal vez no sea casual que coincida el fin de este ciclo y el año de la mayoría de edad, es decir de la plena ciudadanía legal. Pero un ciudadano no puede enfrentarse responsablemente a la tarea de serlo sin un adecuado pensamiento abstracto. Como tampoco podrá enfrentarse de manera creativa a las diferentes teorías que explican y construyen nuestro mundo.
Entre las materias del Bachillerato la Filosofía en primero y la Historia de la Filosofía en segundo, son, sin lugar a dudas, las que más pueden contribuir al desarrollo del pensamiento abstracto. Y lo hacen aportando contenidos concretos, próximos a nuestra realidad, no de modo meramente formal, vacío de contenidos, como sucede con muchas otras materias.
Cercenar la Historia de la Filosofía es romper el ciclo que ambas componen y, en consecuencia, estorbar el crecimiento del pensamiento maduro.
Un alumno de bachillerato tiende a interpretar los contenidos de las asignaturas como verdades reveladas, que ha de aprender y perpetuar. En esta tesitura, se encuentra con las asignaturas de Filosofía que, humildemente, se atreven a levantar las sayas para ver qué hay debajo de nuestros conocimientos, y le plantea la humanidad de todos ellos, esa vieja medida de todas las cosas.
Al principio, la extrañeza y el desconcierto se adueñan de él, acostumbrado como estaba a lo indudable. Poco a poco, su inercia dogmática va cediendo, permitiendo un horizonte donde se constelan una serie de conceptos que afectan directamente a su vida y la sociedad en que se inscribe. Así, cuando llega la Historia de la Filosofía el alumno puede aproximarse a su propia historia, la del pensamiento occidental y en consecuencia, a su propia identidad. Porque estudiar Historia de la Filosofía es estudiarnos a nosotros mismos a lo largo del tiempo, acercándonos al proceso que nos ha llevado hasta el presente.
Tal vez por eso el ciclo de Filosofía en Bachillerato sea molesto para el poder, porque cuando uno desarrolla el razonamiento abstracto para comprender su situación y la de su entorno, puede tratar de cambiarla y eso no interesa demasiado. Serán preferibles asignaturas que no cuestionen los fines ni si estos nos interesan, es decir, que enseñen a hacer pero no rocen siquiera el porqué y para qué hacer. Puede que esto sea lo perseguido potenciando las llamadas materias instrumentales, especialmente las científicas. No interesan asignaturas que puedan hacer pensar en los fines de nuestra vida, de nuestra sociedad, de nuestros mismos estudios. No interesan asignaturas que estimulen la creatividad, porque invitarán a pensar alternativas al presente.
Suprimir la Historia de la Filosofía es una estratagema para suprimir la Filosofía por completo dentro del Bachillerato. Al romper la unidad del ciclo y reducir la asignatura de primero a una rara avis, sin sentido alguno y condenada a desaparecer. Y esto se produce, no lo olvidemos, dentro del contexto de supresión de las Humanidades, porque, precisamente estas, alejadas de lo meramente formal y próximas a la realidad cotidiana son demasiado peligrosas, puesto que contribuyen a construir ciudadanos capaces de enfrentar sus responsabilidades.

7 de diciembre de 2012

Imágenes morales


Pensar las cualidades morales sin acompañarlas de una imagen es bien difícil, al menor descuido les ponemos cara. Es lo que me está sucediendo últimamente con la mezcla de maldad bienintencionada (al servicio de altísimos fines) y estulticia.

Sin duda que hay asesores y un equipo de “expertos” (nombrados a dedo y cobrando jugosamente,¡la racionalización del gasto, es lo que tiene!), pero habría un exceso de caras y, en consecuencia, un anonimato. Por ello, es el jefe quien ilumina mi imaginación y mis pesadillas. Además, este hombre hace méritos cada vez que abre la boca, con ese aire que recuerda, incluso en el físico, la imagen del payaso malvado, El Joker.

Hace un mes ya nos declaró que “Si uno no es capaz de acostumbrarse a las protestas, no vale para un cargo público”, y esta mañana ha sido más explícito: "Soy como un toro bravo. Me crezco con el castigo”
Frases que revelan la sensibilidad dominante en nuestros cargos públicos, su convicción de poseer la verdad que ha de ser impuesta, digan lo que digan los ciudadanos. Directamente inspirada en el “ladran luego cabalgamos” de los políticos del final de la dictadura franquista.

Su mérito estelar, la LOMCE, requiere una lectura que no se despiste con la cuestión lingüística (una sucia treta para proporcionar enseñanza privada a costa del dinero público, a los hijos de simpatizantes y miembros de su partido) y vaya al fondo de este anteproyecto y sus previsibles consecuencias. Recomiendo leer la “exposición de motivos” entendida como un ejercicio del doblepensar planteado en 1984. Lo que dice perseguir es lo que aborrece y trata de destruir: la educación principal instrumento de movilidad social, que ayude a superar barreras económicas y sociales, es el instrumento del inmovilismo que mantenga a cada clase en su lugar. Sus lemas podrían ser:
la igualdad es la discriminación;
la autonomía es el sometimiento;
la racionalización es la imposición de lo irracional.


2 de diciembre de 2012

Arrepentimiento


Uno puede encontrar en la vida dos clases de arrepentimiento, el lamento por lo hecho y el dolor por lo no hecho. La mirada obsesiva hacia la mala acción como hacia la omisión, las emparenta por lo que tienen de fijación inútil, de petrificación del tiempo. Lo más fácil es recordar lo mal hecho y lo no hecho recociéndonos en nuestro propio jugo. Lo irreversible es una cualidad esencial del discurrir temporal, nos recordó Jankélévitch, pero también lo es la futurición. Por ello, lo más sabio es encarar las nuevas realidades por venir, convertir la nostalgia de las posibilidades desaparecidas en una nostalgia hacia adelante, es decir, en esperanza, en proyecto. Hoy más que nunca -parecemos presas del fatalismo- necesitamos este motor.

24 de noviembre de 2012

Compliance

Dedicada a José Luis Borau. Gracias.

Película independiente del director estadounidense Craig Zobel, estrenada este mismo año. Magnífico ejemplo de buen cine, que no precisa fuertes inversiones, ni efectos especiales, ni las dichositas gafas del 3 D (¡no las soporto!). Película humilde pero imprescindible, tanto por lo narrado, y el buen pulso con que lo hace, como por las necesarias reflexiones que despierta.
Os invito a ver la película, como me invitó mi cinéfilo amigo Jiménez Liste -gracias, Alberto- Puede verse de modo legal y gratuito mediante internet.
Al verla sufrí la tentación de dudar de su veracidad, porque resulta molesto pensar que los humanos seamos tan ingenuos, tan sumisos y a la par tan crueles y entregados al abuso. He buscado en la web y, en efecto, la película parte de sucesos ocurridos en EE UU, algunos han llegado a los tribunales.
En seguida vino a mi cabeza el experimento de Milgram (inspirado en las alegaciones de Eichman al ser juzgado en Jerusalén) sobre la obediencia y la autoridad, con sus inquietantes conclusiones. Y el experimento de la cárcel de Stanford, que también versa sobre la autoridad, su legitimación, sus excesos y la necesaria obediencia.
Sin embargo, quiero apuntar más allá, hacia una interpretación desde las reglas del juego político mismo y la reciprocidad implicada en el contrato social, soporte teórico de las actuales democracias.
La situación presente del ciudadano de a pie de España, Grecia, Portugal, Italia, es la posición ocupada por la víctima de la película, una joven trabajadora de una cadena de amburgueserías (sin H). Ha de someterse a la autoridad hasta límites que en condiciones normales no toleraría, como nos está sucediendo a los ciudadanos bajo el shock de la crisis.
Por otra parte, nuestros políticos son los representantes circunstanciales de la autoridad, el mismo papel que en la película desempeña el novio de la encargada de la hamburguesería. No les tiembla el pulso al aplicar medidas que ni siquiera se han atrevido a insinuar en sus programas electorales, amparados en la excusa de la necesidad y las condiciones exigidas por un superior externo.

El equivalente de la encargada está en los políticos de la unión europea y las autoridades monetarias. Los demás empleados de la hamburguesería corresponden con los ciudadanos de los países que, al menos de momento, no tienen nuestros problemas económicos. Lo cual no quiere decir que estén libres de sufrirlos en un futuro próximo, pasando en tal caso de colaboradores pasivos a nuevas víctimas.
Por último, el verdadero protagonista de la película, quien ha urdido la situación, serían los poderes económicos que, en la sombra y sin arriesgar lo más mínimo, salen beneficiados del turbio asunto.

No olvidemos que se trata de una realidad donde es necesaria la colaboración de todos los actores implicados, víctimas incluidas, para que el abuso y la victimización se produzca. Pero los teóricos del contrato social, como Locke, dicen explícitamente que si el gobernante incumple lo pactado, el contrato queda roto y el ciudadano sin obligación alguna ante él. Y esta es la situación presente, de la cual no acabamos de tomar conciencia, ni de la necesaria desobediencia civil que debe seguirla. La inercia psicológica, la desorientación sembrada por los medios de comunicación y por los propios victimarios, así como el abuso de autoridad con el fin de sembrar el miedo y paralizar la respuesta, están actuando como mordaza, de momento. Pero el juego, como en la película, acabará destapándose.

20 de noviembre de 2012

¿De qué se rien?


Tal vez más de cuatro, al ver las sonrisas de nuestros mandatarios, recuerden esta fecha como el día nefasto en que fueron engañados por una alternativa ficticia, apoyada en un programa electoral mentiroso.
Tal vez mas de cuatro se pregunten porqué sonríen estos seguidores de la doctrina del shock y porqué tienen tremenda prisa para llevar a cabo su tarea de destrucción del espacio público, es decir, de la ciudadanía y en consecuencia de la política.
Tienen prisa y aplican sus medidas como una guerra relámpago, para golpear sin encontrar respuesta, de manera que cuando, al fin, la ciudadanía reaccione, sea bien difícil rehacer lo deshecho.
Tienen prisa para llegar a una sociedad donde haya políticos, pero no política.
Desde esta mirada, las muchas huelgas no son todavía sino respuesta lenta, viejas armas que siguen teniendo cierta eficacia, porque representan una inercia a la que se han anclando sindicatos, partidos mayoritarios y nacionalistas. 
Pero la desorientación inicial tiene que dar paso al germen que está progresando lento, silencioso pero inexorable, y que puede verse en el sinfín de manifestaciones de todo tipo y en los movimientos ciudadanos. Es cuestión de tiempo que fructifique o, de lo contrario, mereceremos lo que nos están haciendo.
Mientras tanto, esa sonrisa, como mostró Benedetti, no hace sino abonar nuestra indignación.

7 de noviembre de 2012

Portugal postmoderno


La frase no es una simple broma cartesiana, es un enigma demoledor: la actividad de la conciencia aislada del resto de lo existente es tan imposible que, al proclamarse, se autoanula.
El pensamiento moderno trató de construir la identidad del humano, e incluso la misma realidad, a partir del sujeto pensante y sus contenidos mentales.
El cogito es la plegaria sagrada y Descartes el sumo sacerdote de esta religión de la Modernidad.
Ritual que sólo podía desembocar en fracaso, el idealismo;  incluso en uno más extremo, llamado solipsismo.

1 de noviembre de 2012

... es ser agradecidos.


El otro día, a la hora de la siesta, cometí el error de prestar atención a las noticias de la tele. Juan Carlos de Borbón fomentaba, durante un viaje a la India, el uso de nuestro país como decorado para musicales de bollywood. Justo después, un famoso anunciaba apuestas de poker.
-Debe ser que lo de Las Vegas madrileñas va en serio y están abonando el terreno, pensé.
Con sueño y sin siesta me fui a la cocina para beber algo que me despejase. En la nevera quedaba una lata del nuevo Moore, aroma capullo de alelí.
Contemplando sus falaces y naturales burbujas se me hizo la luz: comprendí que nuestra salida del tunel pasa por el turismo folclorico, que tan solo mediante unSpanish folk ¡pais de vacaciones!” se cumple nuestra unidad de destino en lo universal.
Vestidos con el traje típico de la comarca, exagerando el acento, en un enorme decorado lleno de tiendas de recuerdos y terrazas al sol, atendidas por galantes camareros, al son de soleás y muñeiras.
En los casinos los crupiers, con la boina calada, reparten cartas de las siete y media,
-¡la banca se planta!
Jóvenes camareras ataviadas con albarcas y cachirulos, sirven cubatas de sol y sombra, combinados de pacharán y resolí al gazpacho.
Mientras, la megafonía anuncia el comienzo de la sesión de muñeiras eróticas, preámbulo de una noche loca al cobijo de fulanas de alto standing, que practican especialidades regionales y reconfortan al cansado turista con un chocolate con churros.
Mis ojos se arrasaron de lágrimas y ahora sólo puedo sentir gratitud hacia quienes tanto se preocupan de nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Gracias.

14 de octubre de 2012

Sócrates o la estaca


Los códigos penales siempre vienen a posteriori, a remolque de los delitos que ponen en juego el statu quo social y el poder establecido.
La alternativa entre reinsertar y castigar no es otra que la alternativa entre Sócrates o la estaca, entre enseñar la virtud, es decir, educar a los ciudadanos o el tu la haces, tu la pagas. Sócrates exige inversión y preocupación por el ciudadano desde su infancia; políticas sociales y económicas que frenen la desigualdad y suplan desestructuraciones familiares. La estaca es más barata de entrada, parece más firme y justiciera, pero tiene resultados contraproducentes: una vez saldada mi deuda con la sociedad estoy en paz y puedo emprender un nuevo endeudamiento, el secreto del éxito está en que no me pillen.
Una sociedad, incluidas sus leyes, no puede apoyarse en la desigualdad de sus ciudadanos y a la par pregonarles que la felicidad se compra, porque sus desfavorecidos quedarán automáticamente tentados para lograr el dinero que se les niega. ¿Quién no va a querer ser feliz?
Lo confirman paises como Estados Unidos de América, donde la delincuencia es galopante y las cárceles están saturadas, a pesar de su estaca equipada con cadena perpetua y pena de muerte.
Los códigos no previenen la delincuencia, tan sólo permiten juzgar y castigar. Es precisa una labor educadora del estado cuya eficacia no sólo depende del dinero invertido, sino también del comportamiento de nuestros nuestros poderes, tanto de los cargos electos como de los magistrados. No lo olvidemos, los valores se aprenden ante todo mediante el ejemplo. La ley misma ha de estar regida por una igualdad distributiva real, para ser también ejemplar.

6 de octubre de 2012

Heridas


Para los niños, las cicatrices son medallas. Los amantes las utilizan como secretos a revelar. Una cicatriz aparece cuando la palabra se hace carne.
Es fácil mostrar una herida, honrosa cicatriz de la batalla. Es duro mostrar una pústula.
(de "El juego favorito" de Leonard Cohen)
La niñez pasó, las amantes nos conocen demasiado.  Mudos, hemos desertado.
Somos un Job sin Dios.

1 de octubre de 2012

Oración


Cuando el gobierno blinda el Congreso, como si fuera a ser tomado al asalto por una turba de malhechores y felicita la desproporcionada actuación policial;
y la Secretaria General del partido en el poder califica de "golpe de estado" lo sucedido el 25S.
Cuando el Secretario de un sindicato policial la sigue y dice que emula el golpe de estado del 23F;
y el de otro habla de pijoprogres y rojos energúmenos refiriéndose a quienes critican la actuación de los antidisturbios.
Cuando no se investigan las actuaciones de policías de paisano infiltrados entre los manifestantes;
y lo sucedido en la estación de Atocha ni se menciona.
Cuando esto sucede, no se ha perdido el norte, al revés, se está siendo fiel a un rumbo marcado;
y por ello suplicamos:
¡Padre, condénalos, porque saben lo que hacen!

23 de septiembre de 2012

Conjuro



Mientras releía al viejo Platón en el sofá, en un descuido, la tele se ha conectado y un contumaz ataque de precampaña electoral me ha tomado por sorpresa. Con mi sobresalto, Platón ha caido al suelo y se ha quedado abierto por el libro siete de la República. Sin poder evitarlo, he leido en voz alta, tratando de conjurar el fantasmal ataque:

Si encuentras modo de proporcionar a los que han de mandar una vida mejor que la del gobernante, es posible que llegues a tener un estado bien gobernado, pues esta será el único en que manden los verdaderos ricos, que no lo son en oro, sino en lo que hay que poseer en abundancia para ser feliz: una vida virtuosa y sabia.
Pero donde son mendigos y hambrientos de bienes personales los que van a la política, creyendo que es de ahí de donde hay que sacar las riquezas, allí no ocurrirá así. Porque cuando el gobierno se convierte en objetivo de luchas, esa misma guerra doméstica e intestina los pierde tanto a ellos como al resto de la ciudad.

19 de septiembre de 2012

Cultura


Se trata de una polémica ya vieja, la de si la cultura y, especialmente la llamada alta cultura, es enseñable o no. ¿Qué papel ha de ocupar la escuela en su transmisión? 
¿Y  en su construcción? me pregunto.
No estaría de más meditar los consejos de Juan de Mairena:
Nunca os jactéis de autodidactos, os repito, porque es poco lo que se puede aprender sin auxilio ajeno. No olvidéis, sin embargo, que ese poco es importante y que además nadie os lo puede enseñar. 
Tampoco lo estaría volver a ver Dersu Uzala.


13 de septiembre de 2012

Cambiando España


Ruletas y montañas rusas, Eurovegas y Barcelona World, tienen un común denominador: gana la casa.
Estamos viviendo las consecuencias de un empleo basado en el ladrillo, en la especulación, y se nos propone más de lo mismo. Porque la mayoría de esos empleos prometidos durarán lo que dure la construcción de la burbuja y luego las pérdidas se repartirán entre los de siempre. ¿Qué otra cosa ha sucedido con el parque Warner, Terra Mítica, Isla Mágica y tantos otros? Creados con dinero público, vendidos a precio de saldo, al borde de la quiebra y con continuos despidos de trabajadores.
Más allá del mareo de las atrcciones y el deslumbramiento de las mesas de juego, no  perdamos de vista la cuestión de fondo, porque es la que genera estas actuaciones políticas: una total falta de visión, una ausencia de futuro, de proyecto.
¿Qué país queremos, cual es nuestra meta como ciudadanos de España y como parte de Europa? No hay visión política en nuestros políticos, salvo que la entendamos como un más de lo mismo, como un pícaro medio de vida. El pícaro necesita de la honradez del otro a quien engaña, de quien se aprovecha y, además, se burla. Por eso no se preocupan del partido rival sino secundariamente, están en el mismo tajo. Su preocupación urgente es acallar y descalificar por todos los medios, las voces críticas, las alternativas que tienen algún proyecto de futuro. ¿Qué sucedería si lograsen contagiar a la mayor parte de la ciudadanía?
Sin pretenderlo, su mismo afán por evitar el contagio propicia una falta de identificación social. Caemos en el particularismo; nadie se siente parte del comun conjunto que es la sociedad a la cual pertenecemos (van para cien años cuando Ortega ya se quejaba de esto mismo).  
Además, la actuación del gobernante, puesto que nos representa,  es inevitable modelo, luego fomenta la picaresca entre sus representados. Así, crece el fraude con el iva y demás impuestos, la economía sumergida y el chanchulleo a pequeña escala. La que está al alcance de cada ciudadano que hace lo que sus gobernantes hacen, no lo que dicen.
Consecuencias de este panorama son la desmoralización general y el sálvese quien pueda, que conducen hacia el completo deterioro de un tejido social sano, y de la sociedad misma. Porque esta no se compone de grupos aislados, donde unos tratan de parasitar al resto, sino que es un todo unitario, donde cada parte ha de llevar a cabo su función para posibiltar la vida del conjunto. Si la sociedad naufraga, todos nos ahogamos, da igual la categoría de nuestro pasaje.

11 de septiembre de 2012

Maquiavelo en la ruleta

Los políticos de la comunidad de Madrid recibían ayer, con doble entusiasmo, la decisión del magnate de Las Vegas Sands para ubicar el “Eurovegas” en sus terrenos. Crecerá la oferta de empleo (dicen) y les han ganado por la mano a los catalanes (eso no lo dicen, en público).
Entusiasmo que tratan de contagiar, a través de los medios de comunicación, con la infalible zanahoria de unos 200.000 puestos de trabajo. ¿Quién se resiste en medio de la situación actual a este sueño?
Entusiasmo ya vivido, hace poco tiempo, entre los políticos de Aragón cuando se anunció el proyecto de Gran Scala, ¡Las Vegas de los Monegros! Pero el cierzo sopló y solo quedan los Monegros viéndolo pasar río abajo. Igual que otras tierras han visto pasar proyectos similares.
Cataluña no podía quedarse impasible y anuncia Barcelona World, un macroparque turístico con seis áreas temáticas y unos 40.000 empleos.
Los parques temáticos, a excepción de Port Aventura, son deficitarios y han supuesto enormes pérdidas de dinero público, es decir, de usted y mío, que ha pasado ¡curiosamente! a manos privadas.
Qué decir de un Eurovegas, un paraíso que obliga incluso a cambiar la legislación en temas de alcohol, tabaco, juego, ludopatías, derechos laborales (los pocos que aún quedan), penales e inmigración.
Un caso práctico de maquiavelismo, que tanto condenan con grandes bocas los mismos que ahora justifican el proyecto porque necesitamos generar empleo. Pero el empleo no justifica los medios para lograrlo, ¿porqué, si no, se combate la prostitución o el tráfico de drogas, siendo impresionantes generadores de riqueza?
¿Qué puestos de trabajo son esos y para quién? Me recuerdan la canción del Arremójate la tripa de Labordeta: “los hijos de la María se han marchado a Nueva York, uno trabaja de negro y otro de indio en un saloon”
 

 ¡No va más señores!

5 de septiembre de 2012

Antes de la tormenta


Hay películas que son mero relleno dentro de lotes de oferta comprados por las televisiones. La mayor parte de las cadenas ni se atreven a proyectarlos, salvo la 2, honrosa y salvadora excepción dentro del erial de la tv española. Nos ofrece la oportunidad de ver pequeñas joyas que, en muchas ocasiones, ni se estrenaron en los cines de nuestro país.
Así, el pasado lunes pudimos ver Antes de la tormenta, película sueca del director iraní Reza Parsa. Ganó la Concha de Plata en el 2000, aunque no se estrenó en las Españas hasta agosto de 2003, lo cual me hace sospechar que debió durar poco en la acalorada cartelera vacacional. Triste sino el del cine que se aparta de las convenciones hollywodienses, pero las distribuidoras no tiene entrañas.
Venciendo la tentación de contar el argumento, especialmente la malévola de desvelar el final, tan sólo diré que está a caballo entre el drama y el suspense, ambientada en una sociedad tan civilizada como la sueca del año 2000.
El problema de fondo es el de la libertad, tanto individual como social, para poder construir nuestras vidas. El guión hace aflorar las cloacas de las sociedades democráticas avanzadas y cómo nuestro mundo se ha encogido con la marcha de la globalización, cuyo verdadero motor no es sino el engaño económico. A través de dos historias, entremezcladas con gran maestría más allá de la superficie, lo cual presta a la película una profundidad angustiosa.
No da soluciones, no canta al héroe solitario, ni la grandeza del pueblo elegido y su 2ª enmienda, pero nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre asuntos tan cotidianos como decisivos para nuestra vida.
¡Bendito el relleno que se cuela y se estrena en la 2!


30 de agosto de 2012

Otra vida


La vuelta siempre es costosa. Se conjuga eso que los psicólogos llaman resistencia al cambio, con la perspectiva de los meses iguales, pautados por obligaciones, horarios rígidos, y prisa, una constante sensación de prisa. Se une a ello la insoportable vida urbana, a la que uno acaba, como a todo, acostumbrándose. Sin embargo, al volver de un entorno rural vemos claramente que, a pesar de ser obra nuestra, carece de medida humana.
En estos primeros días, lo que más me molesta es ese continuo ruido mecánico que nunca cesa, ni siquiera de noche, penetrando insomne oídos y pensamientos. Esa atmósfera pesada, mezcla de tubos de escape, aires acondicionados y fábricas, que hiere la nariz y ensucia el alma. Esa continua alerta, tan inútil como necesaria, para caminar por la calle sin riesgo, incluso al ir a comprar el pan.
Y me pregunto ¿cómo me he dejado engañar?,  ¿a qué espero ...?
Se que me entendéis, porque casi todos vamos metiendo la vida sin darnos cuenta, incluso sin quererlo, por callejones de los que resulta muy complicado salir.
Como cantaba Battiato, se quiere otra vida


Pongo esta versión italiana, que es demasiado rápida, porque las españolas (y las otras italianas también) van cargadas de imágenes insoportablemente relamidas. Pero recomiendo ponerla en español y mirar otra cosa mientras la escucháis.

6 de agosto de 2012

PORTA DA PENA 3


Tal vez se trate de la tercera pena, aunque, más me temo, sea la tercera puerta.
Tantas son las penas ¡y tan necesarias!
Cantaba Machado la copla popular: 

“En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón”.

Puertas que se han de transitar para estar vivos, especialmente en este mes donde, a la traicionera sombra de las Olimpiadas y la confianza vacacional, sabe Dios la celada que nuestros próceres nos están preparando.
Las penas nos dejan siempre de cara a la pared,
como cantaba la malograda Lhasa de Sela:


29 de julio de 2012

Canciones en inglés



Imaginar las letras de canciones en inglés, guiado por lo que la música y el momento me dictan es gran fortuna. No todo iban a ser desventajas en el desconocer la omnipresente lengua de Shakespeare.
A veces, sin embargo, cedo a la tentación y pregunto de qué trata, o busco la letra traducida en la red. Casi siempre me arrepiento.
Conocía Hey Joe hacía tiempo hasta que un día cometí esa torpeza de interesarme por su letra, y el resultado fue desastroso.
La canción, que no es de Hendrix, como suele creerse, sino un viejo blues de Billy Roberts, de 1962, y pasó sin pena ni gloria por algunas emisoras de radio. Lo que si es de Hendrix es la versión de 1966, considerada por muchos como la mejor. Me gusta su fuerza musical, pero en su letra, tras mi torpeza, no veo sino un diálogo de colgados, animándose mutuamente a mantener a la mujer en su sitio: bajo sus zapatos de chulangones. La maté porque era mía, parece decir Joe. Has hecho muy bien, jalean sus amigotes.
Desde el éxito de Hendrix se han hecho tantas versiones que se me escapan. Aunque hay dos, bien diferentes entre sí, que quiero comentar.
Una es la de Willy Deville, de 1992, donde encontramos un Joe que ha logrado huir de la justicia y llega a México. Un mundo de libertad y nuevas mujeres sumisas a su disposición. Los mariachis lo reciben con sus ámplios sombreros, guitarrones y violines. En lugar de arrepentimiento, encontramos alegría, por el macho deber cumplido y el pellejo salvado. Lo mejor con esta versión es hacer como que no sabemos nada de la letra y disfrutarla.

La otra, la que permitió mi reconciliación con el tema, ¡eso sí!, recreando la letra a mi antojo, es la que grabó en 2001 Franco Battiato con Natacha Atlas. La atmosfera de esta versión nos traslada al pasado. Lo sucedido es anacrónico, pero, como la canción, está sucediendo ahora mismo, lo cual hace los hechos más terribles aún. El diálogo es entre amigos; el horror del crimen no está cubierto por un orgullo machito, sino resaltado por un coro de mujeres, que recrimina la acción con voz doliente. El amigo le aconseja huir, porque lo hecho no tiene remedio y sumaríamos otra muerte a la primera. La fuerte y cadenciosa voz de Natacha tal vez logre que todos los Joe se den cuenta de la barbaridad cantada.

17 de julio de 2012

Por encima de nuestras posibilidades



Cuando el mercado y los bancos inventaron la venta a plazos, el “compre hoy y páguelo cómodamente mañana”, nació el vivir por encima de nuestras posibilidades. Y nació como un éxito para el sistema de libre mercado, tanto para compradores y vendedores como, sobre todo, para bancos y financieros.
Con el paso del tiempo el sistema se ha hecho dependiente de este vivir por encima de las posibilidades para poder funcionar. ¿Qué sería de bancos y entidades financieras sin los créditos solicitados por productores y consumidores?, ¿qué sería del dinero mismo, puesto que no es sino deuda, crédito?
La misma integración social del ciudadano exige que compre y lo haga mediante un sistema de crédito para no resultar un bicho raro, un asocial. Hasta el punto de que quien paga siempre al contado es claramente sospechoso.
El actual sistema económico de libre mercado obliga a un consumo constante mediante crédito. Y nuestras autoridades no sólo lo han tolerado, también lo han fomentado. ¿Qué hubiera sido de la bonanza española entre el 96 y el 2006 sin una economía basada en el ladrillo? Esta no hubiera sido posible sin el endeudamiento para la adquisición de la primera vivienda y del apartamento. Además de los muebles y el cambio de coche al que los bancos animaban. Los intereses, fijados por el Banco Central Europeo, estaban diciendo endeudate. ¿A quién le negaba el banco una hipoteca a pagar en 30 años, o un préstamo personal hasta diez años? Los medios de comunicación no paraban de anunciar créditos rápidos, con una llamada telefónica y sin ningún tipo de aval.
Se trata de una necesidad estructural del sistema económico y, en consecuencia, el ciudadano no es el culpable de vivir por encima de sus posibilidades, es la víctima. La única culpabilidad que se nos puede achacar es el no rebelarnos contra las imposiciones de tan perversa estructura económica y dejarnos manejar por promesas, ¡pero la publicidad es tan eficaz! 
Por ello, es una burla más hacia el ciudadano, por parte de nuestros políticos, gestores económicos y tertulianos apesebrados, atreverse a decir que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.

12 de julio de 2012

Artículo de lujo


No había ido cañas ese día, había dormido a gusto y me sentó bien la comida,así que debió ser el pedrisco que, a traición, me sorprendió en el valle de Tena ¡y dos veces! Sabidos son los perversos efectos que presentan las bolitas heladas descendiendo desde lo alto en lugares sin cobijo. Seguramente, esa fue la causa. El caso es que me pareció escuchar voces. Una especie de enano malvado, como ese del cuento, cuyo nombre, que no es capaz de pronunciar ni su madre, hay que adivinar. Su acertijo era igual de absurdo y aprovechado también, de un prepotente descaro.
Primero denunciaba el fracaso escolar en nuestro país, especialmente el alto número de estudiantes que suspenden y no concluyen los estudios secundarios. Es urgente luchar contra esta lacra. A continuación, añadía que la selectividad no era eficaz, porque la aprueba el 94% de los alumnos, es decir, porque apenas fracasan. Una gran lacra para nuestro país, contra la cual hay que luchar.
De modo que, pensé, tal vez lo bueno, y sin duda lo eficaz, sea hacer fracasar a más alumnos. Pero esto es lo que queremos evitar. Es decir, a mayor fracaso escolar, peor es nuestro sistema, pero más eficaz.
Le di vueltas y vueltas hasta que recordé una pista en otro ominoso acertijo del malvado enano: es cuestión de prioridades al decidir en qué se emplean los recursos, si en la matrícula de mis hijos, en sus libros o en otras posibilidades.
Y entonces se hizo la luz, la educación para las clases trabajadoras y para los menos favorecidos de nuestra sociedad, siempre ha sido un artículo de lujo, y así debe seguir siéndolo. Los caprichosos que se empeñan en que sus hijos reciban una formación por encima de sus posibilidades, deberán hacerlo a golpe de sacrificios y privaciones, si es que así les llega. Los lujos, ya se sabe, siempre son innecesarios. 
De pronto, las últimas bolas de granizo sobre mi cabeza, rebelaron su nombre. Ministro, se llamaba Ministro de Educación. Al menos eso se leía en su nómina.

3 de julio de 2012

El tiempo y los relojes


No está mal, en los días más largos del año solar, alargados aún más por el calor, recordar las palabras de ese magistral heterónimo de Machado que es Juan de Mairena:
"Pero dejemos a los relojes, instrumentos de sofística que pretenden complicar el tiempo con la matemática. En cuanto poetas, deleitantes de la poesía, apredices de ruiseñor, ¿qué sabemos nosotros de matemática? Muy poco. Y lo poco que sabemos nos sobra. Ni siquiera han de ser nuestros versos sílabas contadas, como en Berceo, ni hemos de medirlos, para no irritar a los plectros juveniles. Y en cuanto metafísicos -he aquí lo que nosotros quisieramos ser-, en nada hemos de aprovechar la matemática, porque nada de lo que es puede contarse ni medirse. Nuestros relojes nada tienen que ver con nuestro tiempo, realidad última de carácter psíquico, que tampoco se cuenta ni se mide. Cierto que nuestro relojes pueden noñificárnosla -perdonadme el vocablo- hasta hacérnosla pensar como una trivial impaciencia por que suene el tac, cuando ha sonado el tic. Pero esto es más bien una ilusión que nosotros pensamos que se hacen los relojes, y que carece en absoluto de fundamento."
El protagonista de After hours estaría  de acuerdo, preso entre el tic y un tac que no acaba de llegar.

27 de junio de 2012

El opio del pueblo


                        Imagen de Miguel Angel Gil (inspirado en un poema-objeto de Joan Brossa)

Mi relación con el fútbol tal vez está mediada por algún pequeño trauma infantil, sublimado mediante un proceso racionalizador, a los ojos de Freud. Resentimiento, a los ojos de Nietzsche.
Cuando en la calle, o en la escuela, los dos mejores jugadores sorteaban para elegir y formar equipo, yo era de los que restaban esperando ser escogidos hasta el final. Era frecuente que me pusiesen de defensa o portero, vamos, en los típicos puestos de los mantas. Así que me aburría como una ostra y fui, poco a poco, evitando el fútbol, a no ser que no hubiera más remedio.
Tiempo más tarde, allá por quinto de e.g.b., tuve un maestro que cantaba las bondades de las prácticas deportivas pero denostaba el deporte convertido espectáculo. Es decir, el fútbol, que en esos años acaparaba el concepto de deporte.
Así que mi mente infantil despreció el fútbol como deporte, como espectáculo y como negocio. Hasta el momento, soy incapaz de verlo con ojos diferentes a los del filósofo social.
Comparto las críticas a la utilización del “deporte rey”  para distraer la atención de asuntos graves y contentar al pueblo. En nuestro país los políticos aprendieron a usarlo magistralmente con la dictadura franquista. No es casual que los fascismos se inspiraran en Roma, también en su genialidad del pan y circo.
Sin embargo, este perverso empleo tiene también una cara amable, y es la de servir de válvula de escape, de consuelo evasivo ante la cruda realidad del poder y sus abusos. Consuelo de tontos pero consuelo al fin. 
Hoy la religión ha dejado de ser opio del pueblo, sustituida por el fútbol. Por ello me dan tanta envidia quienes son capaces de dejarse encandilar por un partido televisado.
¡Yo también quiero ser un yonki!

19 de junio de 2012

El hilo cortado



En el año 2000 un grupo de profesores del zaragozano i.e.s. Elaios entran en el laberinto de una revista semestral de humanidades (“científica” habría que llamarla para recubrirla de ese aura de seriedad justificadora). Logran apoyo económico, especialmente del gobierno autonómico, para su proyecto y en mayo aparece el número uno de Laberintos, dedicado a Goethe.
No se trataba de una revista de instituto al uso, era un vehículo educativo que implicaba a profesores y alumnos. Iniciando a estos segundos en la investigación y mostrándoles que una publicación científica no les estaba vetada sino, al contrario, era también parte suya. Justamente en el apartado de la revista llamado singladuras, número tras número, alumnos de secundaria, tanto de cuarto de e.s.o. como de bachillerato, han escrito artículos que nada tienen que envidiar al resto.
Porque la excelencia, no surge de la nada, ha de cultivarse desde diferentes ámbitos y entre una variedad de humanos. Los guetos suelen ser fallidos, y más cuando son un puro montaje de defectuoso marketing, polarizado, para colmo, hacia lo “productivo”. Hablar del fomento de la excelencia no fomenta nada, son iniciativas como la de esta revista las que la llevan a cabo.
Durante casi trece años, y es un mérito haber permanecido tan dilatado espacio de tiempo, la calidad de la revista ha ido en aumento, tanto a nivel formal como de contenidos, hasta convertirse en un referente cultural dentro de nuestra comunidad y, me atrevo a decir, dentro de todas las Españas. 
Por ella han desfilado desinteresadamente artistas (José Luis Cano, Natalio Bayo, Jorge Gay, Clara Marta, Lina Vila, Patricia Almalé, Jesús Bondía, Vicente Vilarrocha, Enrique Larroy, Nelson Villalobos, Isidro Ferrer o Rubén Enciso, entre otros), escritores (Gimenez Corbatón, Ignacio Martinez de Pisón, Manuel Vilas, Ramón Acín, Antón Castro, Julia Millán, Carme Riera, Pedro Avellaned, Félix Teira o Patricia Esteban), historiadores (José Luis Acín, Herminio Lafoz, Isabel Yeste o Luis Antonio Alarcón), fotógrafos (como Gervasio Sánchez o Ana Teresa Ortega), filósofos (como Javier Aguirre, José Luis Rodriguez, Julio García Caparrós o M.A. Velasco) y otras personalidades como Vicenc Navarro, Miguel Ángel Tapia, Pérez Latorre, Carmen Magallón, Luis Antonio Gonzalez o M. Espido Freire.
El actual Gobierno de Aragón, principal patrocinador económico de la revista, ha decidido bruscamente, sin explicación, ni razón alguna, cortar el hilo de Ariadna con la esperanza de dejar morir dentro todos los pobladores de este proyecto cultural y educativo. Pero el hilo cortado no cierra la salida, puede ser condena a vagar eternamente dentro del laberinto, o puede, simplemente, hacer más largo y tortuoso el camino hacia el exterior. Por eso la muerte de la revista Laberintos (uno más entre los asesinatos que el nuevo gobierno está llevando a cabo) tal vez no tenga el final esperado, sino uno laberíntico.

14 de junio de 2012

Sendero hacia la libertad



La costumbre de simultanear varios libros de lectura tiene grandes ventajas, los libros que me gustan duran más. Hago como los niños que dosifican sus golosinas preferidas para alargar su fruicción, aun a costa de hacerla menos explosiva. También pegas, porque los personajes y sus historias no son puros, acaban influidos unos por otros al cohabitar mi tiempo y mi espacio.
Uno de los libros recien acabado es Sendero hacia la libertad, de Julián Escuer Fustero (editado y prologado por Herminio Lafoz). Más de cuatrocientas páginas escritas por un obrero del metal, agricultor aficionado, mexicano nacido aragonés en 1917, en las que narra recuerdos desde su infancia hasta su llegada a Veracruz (Méjico) en 1942. Testimonio de una época convulsa en nuestro país, la Segunda República, la guerra civil y los primeros años de la dictadura.
Una mirada en primera persona y a pie de calle, no desde la distancia de quien ocupa cargos o maneja resortes de poder. Tampoco está mediada por la distancia del observador, ya sea intelectual, historiador o periodista. Por ello, la de Julián, resulta tan viva y próxima para cualquier lector.
Libro necesario para restaurar la microhistoria, la historia familiar, local, regional, esa que resultó secuestrada por casi cuarenta años de silencio impuesto, custodiado por el miedo. La que hemos debido reconstruir a duras penas, incluso contra las instituciones “democráticas” de nuestra actual España, gracias a testimonios como este.

Sorprendido en zona “nacional” al estallar la guerra, inicia un periplo que lo lleva desde Zaragoza hasta Barcelona y las baterías de la Costa Brava. El fin de la guerra lo empuja a Francia, donde pasará por cuatro campos de concentarción distintos, Saint Cyprian, Agde, Gurs y Septfonds, hasta lograr llegar como trabajador a una fábrica de Saint Nazaire para, desde allí, ser devuelto a España por los nazis. Salva la vida y acaba recluido en el campo de concentración de Miranda de Ebro, para ser enviado al Batallón disciplinario nº 1 de Punta Carnero, en Gibraltar. Logra escapar y vía Zaragoza (el camino más corto no es el más directo en una huida), cruza a Portugal, desde donde logrará, ¡al fin! embarcar rumbo a Méjico.
Hay material, cuando menos, para una gran película de aventuras. Una que cante las ganas de vivir, la resolución y el ingenio humano para ir saliendo de situaciones cada vez más complejas.

Uno de los rasgos más notables de las memorias de Julián es que, a pesar de lo sufrido, están gobernadas por unas ganas de vivir, y de hacerlo en libertad, contagiosas. Un vitalismo optimista que reduce muchos de nuestros actuales problemas al rango de fruslerías.
Pacifista, a partir de la sin razón de nuestra guerra y sus consecuencias es capaz de trascender la circunstancia y construir un alegato antibelicista y antifanático de todo tipo:
“Esta maldita guerra que dura ya más de dos años está dejando a España en la ruina total. Ruina económica, ruina social y ruina moral en cada individuo.¿Podrán volver a ser hombres esos inocentes que pelean como fieras rabiosas, ante la disyuntiva de morir o matar? ¿Y esas mujeres, casi niñas muchas de ellas, que se han entregado por unas migajas de pan?, nunca olvidarán esta tragedia, pero, ¿podrán vencer el trauma que esto les dejará? Los que, como yo, si tenemos la suerte de que no nos toque la metralla, ¿cuántos años habrán de pasar para que no nos atormenten los recuerdos?... ¿Quienes son los culpables y por qué, sin pararse a mirar ni importarles las consecuencias, nos lanzaron a esta catástrofe general? Esos “quienes” no sienten remordimiento ni pena. Al contrario, son los que en la retaguardia celebran los triunfos con fiestas, mientras en los campos de batalla se recoge a los muertos y a los heridos.” (pág. 187-188)

9 de junio de 2012

olvídate de mí


Tengo tantas películas pendientes de ver que no siempre acierto. Anoche me decidí por una de ellas, Eternal Sunshine of the Spotless Mind (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos), Olvídate de mi, la titularon en España. Me habían hablado de su carga filosófica y de la original historia de amor que narra.
La idea que articula el guión es buena y puede dar mucho de sí, el viejo tema de la memoria. Los recuerdos conforman y condicionan las relaciones humanas, en la película el amor entre una pareja. Si tales recuerdos desaparecen, la relación pierde su base y sus miembros devienen desconocidos. Sin embargo, y aquí está la aportación original, tomar conciencia de la desaparición de los recuerdos, otorga una fuerza sorprendente a los que todavía permanecen. Hasta el punto de luchar por evitar su borrado, generando bucles en la propia mente para esconder el recuerdo de lo vivido.

El inicio es prometedor, una historia de amor truncada cuando uno de los miembros de la pareja acude a la clínica de un doctor que borra de tu mente los recuerdos relacionados con lo que quieras olvidar. Pero en el desarrollo, la reconstrucción de la historia de amor entre los protagonistas, la película se pierde. Abusa continuamente de la analepsis (esas secuencias retrospectivas incrustadas en las del presente) y lo hace tratando de imitar la maestría de Lynch. Nos guste o no, pero Lynch sabe hacerlo; el resultado de olvídate de mí, en cambio, resulta monótono, carente de originalidad y soporífero. La historia de amor narrada no me interesa lo más mínimo, se reduce a una tortuosa relación, sin mucha verosimilitud, entre una histérica ciclotímica e inmadura y un simplón miedoso, con tendencias infantiles.
El guión de Charlie Kaufman no logra el nivel de su estupendo Cómo ser John Malkovich.
Los protagonistas son Kate Winslet, que realiza una buena interpretación y Jim Carrey, incapaz de estar a la altura.

La identidad personal, la que nos otorga toda relación con un prójimo, sustentada en la memoria y la posibilidad de mantenerla o eliminarla, es decir, de reconstruir nuestra propia identidad. Desde la acción externa (los técnicos que borran el recuerdo) y desde la interna (la respuesta del sujeto al tomar conciencia de la supresión), pueden dar juego a una sugerente mezcla de cibertecnología y psicología profunda, Philip K. Dick y Sigmund Freud. Temas apasionantes que la película deja escapar y los reduce a una tragicomedia romántica, perdida entre un buen comienzo y un aceptable final entreabierto.

6 de junio de 2012

Banalidad de la omisión

Ante la situación actual me pregunto con frecuencia por qué no estamos haciendo apenas nada. Tenemos ante nosotros el experimento griego, al que día a día nos vamos acercando y seguimos sin reaccionar. 
Un ángel invisible, como en la película de Buñuel, nos cierra el paso.
Dejamos hacer y dejamos de hacer, que es lo peor. 
Omisión provocada no por misantropía, ni por impulso autodestructor, sino por un mecanismo banal, infantil, primitivo. Cada uno confiamos en ir saliendo del paso, en que a mi no me tocará. 
Así vamos dejando que otros sean derribados y cuando nos llegue el turno no quedará nadie al que agarrarnos.